Piel sensible: conozca sus características y cómo tratarla
Piel sensible es un diagnóstico caracterizado por sensaciones de ardor, quemazón, hormigueo y picazón, que ha recibido cada vez más atención en la literatura científica. Esta condición se debe a una deficiencia en la barrera cutánea -deja la piel más susceptible a las inflamaciones, la sequedad y la irritación- y a la hipersensibilidad de las terminaciones nerviosas, que pasan a enviar señales de dolor como respuesta a estímulos inofensivos.
La sensibilidad en la piel puede manifestarse en cualquier fase de la vida, desde la infancia hasta la vejez. Sus síntomas pueden desencadenarse por diversos factores internos y externos, como la contaminación, los problemas hormonales, la exposición a los rayos solares, el estrés y los medicamentos, entre otros.
El tratamiento de la piel sensible consiste en evitar los agentes sensibilizantes e irritantes, mantener la hidratación con productos que contengan activos para la renovación de la barrera cutánea, usar bloqueadores solares diariamente y utilizar productos con acción antiinflamatoria y calmante específicos para ese tipo de cútis.
Conozca algunos de los ingredientes beneficiosos para la piel sensible:
* Aloe Vera (sábila): tiene alto poder hidratante y acción antiinflamatoria y calmante.
* Niacinamida (vitamina B3): potencia la síntesis de ceramidas naturales de la piel, ayudando a mantener la hidratación.
* Bisabolol: este compuesto extraído de la camomila es conocido por su gran capacidad calmante.
* Aceites vegetales: por ser ricos en ácidos grasos, los aceites extraídos de plantas como el girasol o la caléndula, por ejemplo, son grandes aliados de una piel saludable. Además, poseen acción hidratante y aceleran los procesos de cicatrización.
* Glicerina: su poder de retención de agua es bastante beneficioso para mantener la humedad de la piel.
* Prebióticos: mantienen la piel hidratada, saludable e íntegra ya que fortalecen sus defensas naturales.
Con respecto a los cuidados diarios de la piel sensible, son indicadas las mismas etapas básicas del skin care recomendadas para cualquier tipo de piel: higienización, hidratación y protección. La principal diferencia se encuentra en la selección de los productos adecuados para la piel sensible.
Es posible añadir otros pasos a la rutina, pero es importante consultar a un dermatólogo que indique las mejores opciones para cada persona.
Suscríbase a nuestra newsletter. Puede cancelar su suscripción en cualquier momento a través del enlace que se encuentra en cada comunicación que enviamos.